EL PERSONAJE Londres, un atardecer del verano de 1914...En la planta baja de un edificio, una mujer está tendida con un frasco de medicamentos en la mano. La tapa del horno de gas está abierta y todas las rendijas y ventanas se encuentran cerradas. Un hombre de unos sesenta años intenta con dificultad introducir la llave en la puerta del edificio. Unos niños en la calle le advierten que la casera no se encuentra. Tambaleante y tembloroso, logra abrir la cerradura y sube con sorprendente agilidad las escaleras hacia su habitación del segundo piso, cuando algo lo detiene. Aunque borracho, tiene el olfato lo suficientemente sano para detectar el olor a gas que sale de la habitación donde yace inconsciente la mujer de la planta baja. Pronto nos enteramos de que él es Calvero, un cómico retirado y ella Thereza o Terry, una bailarina que sufre una parálisis palmariamente histérica. Es el encuentro de dos fracasos: uno, el de ella, que la lleva al intento suicida, y el de Calvero, quien se destruye por el alcohol.
Lo que sigue es la rehabilitación de Terry por obra y gracia de las habilidades psicoterapéuticas de Calvero, quien, mientras entusiasma a la bailarina con una paradójica versión de logoterapia nietzscheana o schopenhaueriana, tiene sueños perturbadores: se ve haciendo su número de vaudeville en un teatro vacío, especie de reflejo de lo que está viviendo de día: ayer triunfador y famoso, hoy enfrenta la decadencia, el olvido y el desempleo.
Terry se levanta del lecho, y con la ayuda entusiasta de Calvero, progresa hasta conseguir un papel como prima ballerina en una Arlequinada, ballet con música de Neville, el joven a quien amó secretamente. Triunfo total, éxito tras éxito llevan a Terry al estrellato, mientras Calvero, después de apenas lograr con nombre falso un papel de payaso, desaparece cuando cree ser despedido y sustituido por un viejo colega. Se emborracha la noche del estreno, dispuesto a cortar la relación con Terry, a quien ve ya engagée con Neville, en un romance profetizado por él mismo.
Al regreso de una de sus giras, Terry se entera del encuentro de Neville y el empresario Postant con Calvero, quien toca el violín con un trío de músicos callejeros. Después de ella jurarle su amor eterno, logra convencerlo para que reaparezca en las tablas, habiendo convenido con Postant la oportuna intervención de una claque que garantice el éxito.
La función comienza con el mismo número que aparecía en el sueño de Calvero; pero esta vez la sala no está vacía y en lugar del silencio se oyen los aplausos de la claque. Sin embargo algo ocurre: el público ríe y aplaude espontáneamente, y una vez terminado el número, exige entusiastamente una nueva representación de Calvero, quien interpreta un sketch mudo junto a otro cómico. La euforia es total: el público ovaciona a Calvero, y cuando éste concluye con una caída sobre el bombo, nadie nota que ha sufrido un ataque al corazón y es llevado al camerino, donde agoniza. Sin embargo Calvero está feliz: ha triunfado, ha recuperado el cariño de su público. Al llegar el médico, le dice:
-"Me estoy muriendo, doctor, aunque...¡quién sabe!... he muerto tantas veces!...soy como la mala hierba, mientras más la cortan, más crece..."
Pide ser llevado entre bastidores para ver bailar a Terry. En el plano-secuencia final, el médico verifica la ausencia de signos vitales en Calvero, mientras Neville y Postant le colocan una sábana. En un primer plano Terry baila su papel de Colombina...
EL FILM El rodaje de Candilejas coincide con el más duro ensañamiento en plena época macartista de un sector ultraconservador de la sociedad estadounidense que adversaba a Chaplin desde tiempo atrás: fue llevado a un juicio por paternidad del que salió absuelto por la prueba de sangre (aún no se conocía nada sobre ADN). La filmación y exhibición de la película anterior, Monsieur Verdoux, fueron atacadas y boicoteadas hasta hacerla fracasar en taquilla, aunque recibiera grandes elogios de la crítica. En una entrevista filmada, Claire Bloom afirma que durante todo el rodaje había agentes del FBI en el estudio, vigilando y espiando la filmación. El ambiente era tenso, a pesar de no tratarse de un film político. El viejo amor de Chaplin con los Estados Unidos se rompía definitivamente, y sólo contaba con el apoyo de Oona, su esposa, quien renunciaría a la ciudadanía estadounidense. Candilejas fue estrenada en Londres, cuando Chaplin ya había liquidado todos sus bienes en los EEUU. No se efectuó contra él ninguna acción legal, pero una vez que Chaplin abandonó los EEUU, se le retiró la visa. Es curioso que en esta película, al contrario de su predecesora Monsieur Verdoux y la ulterior Un Rey en Nueva York, no haya ni una pizca de resentimiento, ni una gota de hiel. El autor se remonta a un pasado de su ciudad natal, que es reconstruida detalladamente en sus calles, edificaciones, modas y costumbres. Hay evidentes alusiones a sus padres. Todos sus hijos nacidos hasta entonces tuvieron un papel en la película, como Sidney en el de Neville o, como Charles, el primogénito, quien interpreta a un payaso-policía, o bien Geraldine, quien le advierte a Calvero que la casera no está. Incluso Oona, su esposa, hizo un imperceptible cameo sustituyendo a Claire Bloom; y el medio hermano de Chaplin Wheeler Dryden hace de médico de Terry y (disfrazado) de uno de los payasos de la Arlequinada. Muchos críticos han destacado la atmósfera evocativa y nostálgica de este film. Cuesta trabajo asociarlo con todos los inconvenientes que tuvo Chaplin durante esta época.
Pero el vagabundo (Charlot para los franceses, Carlitos para los hispanos) ya no está ahí. Es siempre Chaplin, pero el pordiosero simplemente no está. Se esfumó. ¿Habría que decir: "Ha muerto Charlot, Viva Chaplin"?
No es tan sencillo. El vagabundo reaparece con toda su fuerza expresiva en el sketch mudo que realiza de modo genial, insuperable, con el también genial Buster Keaton, en esa pieza de antología, apoteosis de la comicidad. El vagabundo resucita en el sketch...para inmediatamente morir, esta vez para siempre. Muere Calvero y muere el vagabundo. Chaplin aún no. Como a la "mala hierba", le quedan aún unos cuantos años que vivir y dos films por realizar .
Cuando Neville y Postant le recriminan a Calvero-Chaplin que un cómico de su calidad se rebaje a ser un músico callejero, responde:
-"Me gusta trabajar en la calle... ¡Supongo que es el vagabundo en mí!"
En el inglés original, Calvero dice:
-"It's the tramp in me, I suposse".
"The tramp", el vagabundo, es el nombre que en los créditos siempre acompañaban a Chaplin cuando interpretaba a Charlot o Carlitos, porque en inglés nunca tuvo un nombre propio.
Creo que Candilejas no ha sido justipreciada por la crítica. Apartando su genialidad como actor, creo que en este film es donde se renelan mejor las dotes de Chaplin como Director. La puesta en escena es impecable, brillante. El desarrollo dramático in crescendo es profundo, genial. La música y la coreografía, suyas, son de antología. El momento de la prueba que le hacen a Terry en penumbras, con sólo las candilejas encendidas (dobladas, por cierto por Melissa Hayden) es algo que me ha paralizado y conmovido hasta las lágrimas. En esta película se llora mucho (me refiero al espectador) y eso quizá avergüence a los críticos. He estado en exhibiciones de cines de barrio (populares) donde el ublico aplaudía emocionado. Es a mi juicio una obra maestra.
ResponderEliminarHace más de un año que leí este post y escribí un comentario. Hoy hago una observación al hecho de la muerte de Moliére en escena, cuando representaba "El enfermo imaginario". La de Calvero es muy parecida. ¿No lo habría tomado Chaplin como modelo? Porque plagio no es; el contexto y la atmósfera son distintas, además de que lo de Moliére fue un hecho real, histórico: murió en el último acto, en el momento de decir "¡Juro"!.
ResponderEliminarEn todo caso, es un tema universal después muy manido, hasta por Sarita Montiel en "El último Cuplé" (guardando las distancias).
NANCY MONTERO ESCRIBIÓ: Muy bueno el análisis, ajustado a los sucesos en la vida de Chaplin. En verdad es que lo que sucede es que la vida de Chaplin y de Charlot (su personaje) son inseparables y él se debatió mucho entre continuar haciendo cine mudo o entrar en la corriente creciente del cine sonoro. De hecho continuó haciendo cine mudo más allá de la llegada del cine sonoro.
ResponderEliminarPor eso me parece tan acertada la comparación de la muerte del mimo en "Candilejas" con la primera muerte de Chaplin.
Algo parecido sucede con "El chico", su primer largometraje en el cual rescata al niño que vive en él, para salir adelante en su desarrollo como adulto con más libertad. En "El Chico", primera película largometraje que toca el tema de la infancia en la cinematografía mundial, se presenta un concepto de niño que aún hoy día es difícil de aceptar hasta por personas que trabajan con y por la niñez. Todo se debe a la valentía con la que se sumergió en su experiencia infantil. y además hay mucha tela que cortar en este aspecto y sobre la que quiero escribir haciendo no sólo un análisis de cine de autor, sino también dese la perspectiva de la conceptualización de la infancia y de los derechos del niño..
Un abrazo
Nancy
Un comentario debido: No suelo escribir, menos para aquellos que son expertos en la escritura pero....
ResponderEliminarAsí como quien quiere darse a conocer pero cierra las puertas silenciosamente para que no lo miren, así lo vi. Es el paso de alguien que consigue dar sentido a su tercera etapa, que mira de reojo a aquellos que están, que conoce a los que estuvieron, y a la vez sabe de los que van. He aquí donde se detiene, hace una pausa para ver a quien pasa, pero, ¿qué le pasa?, quizás ni sabe, pero sabe que algo hay que pasar, y precisamente estriba en el paso de pasar lo que en un tiempo pasó, lo que fue y lo que se fue, para dar paso a lo que se espera que pase.
Y exactamente eso es lo que pasa cuando uno escribe para sí mismo y es instado a compartir, con el riesgo de tener un comentario hilarante, elocuente o incoherente.