Retazos de temas que me han interesado alguna vez, experiencias vividas, recuerdos, libros leídos, textos perdidos y rescatados, films que han dejado una impronta en mi memoria, pero también proyectos no realizados o postergados...







viernes, 27 de mayo de 2011

Reseña biográfica de Viktor Frankl

1905. Nace Viktor Emil Frankl el 26 de marzo en Viena. Frankl destacaba que ese día coincide con el aniversario de la muerte de Beethoven. El padre, Gabriel Frankl, era originario del sur de Mähren, perteneciente entonces al Imperio Austro-Húngaro. Había estudiado medicina, pero tuvo que abandonar los estudios por su situación económica. Para el momento del nacimiento de Viktor trabajaba como secretario en el Ministerio para la Administración Social, donde llegó a ser secretario privado del ministro Joseph Maria von Bärnreither. Tenía una concepción espartana de la vida y del deber. Era religioso, pero sin dejar de ser crítico. La madre, Elsa Lion, descendía de una antigua familia de patricios arraigada en Praga, también de origen judío. Era "una persona de alma bondadosa y corazón devoto". Tuvo dos hermanos, Walter y Stella. De su niñez recuerda dos situaciones especiales: a los dos años, "un 9 de julio",en un instante en que los padres no lo estaban vigilando, había bajado del andén en la estación del ferrocarril y se había sentado sobre los rieles, justo delante de la rueda de un vagón. Al sonar la señal de partida, los padres lo encontraron y el padre lo arrancó rápidamente de la vía, justo antes de que el vagón se pusiera en marcha. Viktor celebraría todos los 9 de julio como una "fiesta personal". El otro recuerdo que él consideraba "paradigmático" del sentimiento de amparo, data de los cinco años: durante unas vacaciones despertó en un día soleado, todavía con los ojos cerrados, se sintió invadido de un sentimiento de inmensa felicidad y bienaventuranza, de estar protegido, amparado y custodiado. Al abrir los ojos, vió el rosto sonriente de su padre, que se inclinaba hacia él.
La infancia de Viktor transcurre en una época de apogeo cultural, científico e intelectual de Viena, época de tolerancia gracias a las leyes sociales del Archiduque Francisco-José, las cuales beneficiaban a los inmigrantes del Imperio, y particularmente de la población judía. En ese clima Viktor asistió a la misma escuela que sus hermanos (el mayor, Walter, y la hermana menor, Stella). Viktor se interesaba más por hablar de sus ideas que por los juegos. Frankl cuenta en sus memorias que, aproximadamente a los cuatro años, una noche, poco antes de dormir, se sobresaltó súbitamente al convencerse de que él también iba, algún día a morir y más que el temor a la muerte misma le preocupó desde entonces si la finitud de su vida no anulaba su sentido.
1914: estalla la Primera guerra Mundial. Viktor tiene ya 9 años y su familia también sufre las penurias económicas a que la guerra somete a toda la población. Para 1916 comienza su bachillerato en el Realgymnassium, estudios que durarían hasta 1924. A los 13 años, en una clase de Historia Natural, su profesor expone la tesis de que la vida de los organismos, incluyendo la humana, "no es, en última instancia, otra cosa que un proceso de oxidación y combustión". Viktor se levantó abruptamente y le preguntó apasionadamente al profesor: "Entonces, ¿qué sentido tiene la vida humana?". Fue en ese período durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) que la familia Frankl, al igual que las familias de los empleados públicos sufrieron grandes penurias económicas. Viktor hacía colas en Viena a las tres de la madrugada para conseguir papas en el mercado. El período entre las dos guerras, que Frankl llama "alocado", lo dedicó a la lectura ávida de filósofos naturalistas como Ostwald y Fechner, así como de "Mas allá del principio del placer", de Freud.
Uno de sus condiscípulos de secundaria se suicidó y su cadáver fue encontrado con uno de los escritos nihilistas de Nietzsche en la mano. Viktor entendió cómo la filosofía podía influir en la vida real y reafirmó su oposición al nihilismo. Al estar convencido de que el absurdo era el origen de la desesperación, este hallazgo despertó lo que podríamos llamar su declaración de guerra al nihilismo.
Más tarde escribiría que las atrocidades de los campos de concentración nazis no fueron urdidas en los ministerios del III Reich sino en los escritos y las clasesde los pensadores nihilistas.

Siendo aún un estudiante de secundaria, asistía a Universidad Popular de Viena a escuchar las clases de Psicología Aplicada y Psicología Experimental. También inició una frecuente correspondencia con Sigmund Freud, quien, como se sabe, vivía también en Viena y respondía inmediatamente todas las cartas que se le dirigiesen. En una ocasión le envió a Freud un artículo suyo titulado "Acerca del origen de la mímica afirmativa y negativa". Tenía entonces 19 años y quedó muy sorprendido cuando Freud le escribió que lo había enviado a la Revista Internacional de Psicoanálisis y que esperaba que él estuviera de acuerdo. El artículo se publicó poco después, en 1924. Sin embargo, su primera publicación no fue ésta, pues ya había escrito un artículo en el suplemento para la juventud de un diario vienés, donde colaboró varias veces.
Para 1925 Frankl se hallaba en la órbita de Adler y la Psicología del Individuo. Siempre muy respetuoso hacia Freud (a quien había llegado a encontrarse ese año en la calle) Frankl se sentía insatisfecho con la teoría psicoanalítica y frecuentaba el círculo adleriano. El mismo Adler dispuso que su segundo trabajo científico ( Psicoterapia y concepción del mundo) fuese publicado en la Revista Internacional de Psicología Individual.En marzo de 1926, habló ante la sección vienesa de la Asociación Internacional de Psicología del Individuo. En septiembre participa en el Congreso Internacional de Psicología del Individuo, celebrado en Düsseldorf (Alemania), presentando una ponencia sobre "La neurosis como expresión y medio", saliéndose ya de la ortodoxia adleriana, pues cuestionaba que la neurosis fuera siempre un "medio" para un fin, sino que también tuviera una función "expresiva". Aprovechando su viaje a Alemania, se dirige a la Juventud Obrera Socialista en Frankfurt am Main para pronunciar un discurso acerca del sentido de la vida. Hay que tener en cuenta que Viktor era aún un estudiante de medicina.
En 1927 funda y dirige la revista El hombre en el día-a-día. Revista para la difusión y la aplicación de la Psicología del Individuo. Allí insiste en la necesidad de crear en Austria servicios de orientación para jóvenes necesitados de ayuda psicológica y moral. A diario aparecían en la prensa noticias de jóvenes que presentaban intentos de suicidio, fugas, depresiones y enfrentamientos. En esa época fue sacudido por la lectura de Max Scheler, quien le dio a reconocer su propio psicologismo y las limitaciones de éste para explicar problemas como el libre albedrío, lo que lo llevó a revisar los fundamentos de su posición al confrontarlos con la ciencia y la filosofía.
La influencia de dos hombres que Frankl considera decisivos en su carrera, Rudolf Allers y Oswald Schwarz, complicaron sus relaciones con Adler, pues lo fueron alejando de su órbita hasta la ruptura. Con Allers comenzó a trabajar experimentalmente en su Laboratorio de Fisiología de los sentidos y Schwarz escribió el prólogo de un libro suyo que no se publicó, pues los tres fueron expulsados de la sociedad adleriana y también cesó la publicación de El hombre en el día-a-día…No obstante, con la adhesión de estos hombres y de otras figuras importantes, Frankl creó los Servicios de Orientación para jóvenes, de carácter gratuito, los cuales, posteriormente se extendieron a Praga, Zurich, Dresde, Berlin, Budapest y otras ciudades de la entonces Yugoslavia, Lituania, Alemania y Polonia. Es digno de destacarse que al año de heberse fundado el primer Servicio, el porcentaje de suicidios en Viena llegó a ser casi nulo.
Los estudios de medicina de Frankl en la Universidad de Viena continúan, y en 1930 obtiene la licenciatura, equivalente a nuestro título de Médico Cirujano. Luego de haberse graduado, trabajó en la Clínica Psiquiátrica de la Universidad bajo las órdenes de Otto Pötzl, luego se formó en Neurología con Joseph Gerstmann. Posteriormente trabajó durante cuatro años en el Hospital Psiquiátrico "Am Steinhof", donde estuvo a cargo del Servicio para Suicidas, aunque en sus memorias Frankl cuenta muchos episodios de su trabajo diario con pacientes psicóticos.
Corren los años del ascenso de Hitler al poder, quien fue nombrado Canciller de Reich en 1933. Aunque la embestida nazi se limita por entonces a Alemania, ya en la vecina Austria se detectan síntomas de inquietud: es asesinado por los nazis el Canciller austríaco Dolfuss,  aunque el intento de golpe de estado fracasa y es nombrado Kurt Schuschnnig, quien mantiene una línea política alejada de los nazis. Durante esos años, Hitler presionará  sin tregua con el fin de lograr el control político de Austria.
 No obstante, Viktor puede continuar desarrollando su carrera: en 1935 publicó una reseña sobre sus resultados en el tratamiento de los problemas de la juventud. Ya en 1936 se especializa en Neurología y Psiquiatría (disciplinas que en Austria siempre han formado una sóla especialidad, la Neuropsiquiatría) y en 1937 establece su consultorio privado como médico especialista en Neuropsiquiatría.
"No me fue dado por mucho tiempo ejercer mi especialidad sin ser molestado", comenta Frankl en sus memorias. Bajo la presión de Hitler, el canciller Schuschnnig se ve obligado a renunciar  y es sustituído por el nazi Seyss-Inquart, quien supuestamente invita a los alemanes a ocupar Austria, cuando en realidad ya el ejército alemán había cruzado la frontera. Se trataba de la Anchluss, o Anexión:  Austria pasó a ser provincia del III Reich.
El nazismo mostró todo su despiadado poder y furia en Viena y emergió el considerable antisemitismo austríaco, que se encontraba subyacente. Judíos destacados como Freud terminaron huyendo de Viena. Frankl intentó en vano conseguir en ese momento una visa para emigrar y aceptó la dirección del Servicio Neurológico en el Hospital de Rothschild (para pacientes judíos), lo que representaba para él y para sus ancianos padres una protección ante el peligro de ser deportados a un campo de concentración. Allí trabajó en el tratamiento de pacientes con intentos suicidas inyectando psicoestimulantes por vía intravenosa y si no daba resultado, por via intracisternal. En los caso en que tampoco esto resultaba, desarrolló una técnica de punción cerebral suboccipital, a fin de infiltrar el medicamento directamente en un ventrículo lateral, drenando simultaneamente, por medio de una punción suboccipital el cuarto ventrículo.
Frankl aprovechó su jefatura de servicio en este hospital para sabotear la eutanasia de los enfermos mentales ordenada por las autoridades nazis: mediante un acuerdo tácito con Pötzl, quien no era antisemita, pero por ser aspirante al Partido llevaba las siglas del NSDAP (Nationalsozialistische Deutsche Arbeitepartei o Partido de los Trabajadores Nacionalsocialista Alemán), trataba enfermos mentales a hurtadillas, haciéndolos pasar por enfermos neurológicos, y así evitaba su eliminación.
Poco antes de la entrada de EEUU a la Segunda Guerra Mundial (7 de diciembre de 1941) Frankl fue llamado a presentarse al consulado estadounidense. ¡Al fin había conseguido la visa! Pero se le presentó entonces una disyuntiva que definió para siempre el curso de su vida: ¿debía dejar solos a sus padres, a quienes esperaba la deportación a un campo de concentración? ¿Debía simplemente decirles adiós y abandonarlos a su suerte? Por supuesto que sus padres lo instaban a irse, pero ¿era eso lo que debía hacer? La visa era únicamente para él. Su hermana Stella había conseguido emigrar a Australia, no así su hermano Walter, de quien sólo sabemos que murió después en Auschwitz.
Salió de la casa indeciso, a caminar y pensar y se dijo: "¿No es esta una típica situación en que sería necesaria una señal del cielo?"
Al volver a casa vio un pedazo de mármol puesto sobre una mesa.
-"¿Qué es esto?" le preguntó al padre.
-"¿Esto? Oh, lo he levantado hoy de un montón de escombros, allí donde se encontraba la sinagoga que ha sido quemada. El pedazo de mármol es una parte de las tablas de los diez mandamientos. Si te interesa, puedo decirte también de cuál de los mandamientos es el signo en hebreo que se encuentra allí grabado. Porque sólo existe un mandamiento que lo lleva como inicial"
-"¿Cuál?", insistió.
"Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahve, tu Dios, te va a dar" (Éxodo 20:12).
 Frankl decidió vencer la visa y quedarse "en la tierra", acompañando a sus padres en su destino. Luego veremos cómo esos días "en la tierra" se prolongaron.
En el hospital conoció a una enfermera llamada Tilly Groser ,con quien se casó en 1941. Para todo judío estaba prohibido tener hijos, así se tratara de una pareja legalmente casada. En este sentido, las autoridades nazis emitieron una orden de enviar ipso facto al campo de concentración a toda mujer que estuviera embarazada, y por otra parte, se dio una orden al gremio médico de no poner ningún obstáculo legal a la interrupción del embarazo en estos casos.Tilly debió sacrificar su hijo.
De todos modos llegó el momento tan temido: a fines de 1942 la Gestapo apresa a la familia Frankl. En el campo de concentración deTheresienstadt, Frankl ayuda a su padre a morir (edema agudo pulmonar en estadio terminal) con una ampolla de morfina que se había llevado de contrabando. Al ser deportado hacia Auschwitz se despidió de su madre una semana antes de que ella misma fuera también llevada a Auschwitz y muriera en una cámara de gas.
Frankl había prohibido expresamente a Tilly que lo acompañara a Auschwitz. Ella, no obstante, se inscribió voluntariamente y fue aceptada. Al llegar al campo fueron separados los hombres de las mujeres. Poco antes, Viktor le había pedido a Tilly que salvara su vida "a cualquier precio", incluyendo el aspecto sexual. Sin embargo, poco después de la liberación, comprobó que Tilly había muerto en Auschwitz.
El recorrido de Viktor Frankl por cuatro campos de concentración (Theresienstadt, Auschwitz, Kaufering III y Türkheim) como el preso número 119.104 fue llamado por él, su "experimentum crucis": una "ácida prueba empírica" de lo que previamente había escrito en su primer libro, ya en embrión cuando fue apresado, y cuyo manuscrito trató en vano de salvar al ingresar al campo.
La forma en que se había salvado de ir con los que enviaban directamente a la cámara de gas (¡se le escabulló por la espalda al mismísimo Dr. Joseph Mengele yendo hacia la derecha y no hacia la izquierda!) y el sorprendente hallazgo de un papelito en el bolsillo del traje que se vio obligado a cambiar, con la letra del Shema Israel, la oración principal judía, lo llevaron a interpretar esta nueva "casualidad" como un desafío de vivir de ahora en adelante todo lo que había escrito.
Descubrió que el sentido de su vida era sobrevivir para ayudar a sus compañeros y a los demás a vencer la desesperación y, de ese modo, a sobrevivir.
En el campo de Türkheim, luego de haber tifus exantemático, estuvo cerca de la muerte. En lo único que pensaba, era que su libro no sería publicado. Después de una lucha consigo mismo, consiguió renunciar a ese deseo. Se preguntó: ¿Qué vida sería ésta si su sentido dependiese de la publicación de un libro? Recordó que sólo cuando Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo fue cuando apareció el cordero. "En ese momento-relata Frankl-yo tuve que luchar hasta estar dispuesto a sacrificar mi hijo espiritual". Sólo entonces estuvo listo para que algún dia pudiese publicar el libro: para su cuadragésimo cumpleaños (26 de marzo de 1945) un compañero le regaló un pedacito de lápiz y consiguió unos diminutos formularios de las SS, en cuyo reverso, él, bajo los efectos de la fiebre, escribía notas taquigráficas tratando de reconstruir el manuscrito original. Estos apuntes le fueron de gran ayuda cuando más adelante, ya en libertad, escribió la segunda versión de su primer libro, ahora enriquecido por la convalidación vivenciada de su teoría en una situación límite como la de los cuatro campos de concentración. El libro fue publicado con el título de Ärtzliche Seelsorge (literalmente: Cura de almas médica, pero traducido al castellano como Psicoanálisis y existencialismo).
Después de haber salvado la vida milagrosamente al permanecer en el campo y no irse en una ambulancia donde supuestamente los iban a liberar pero (se enteró después) todos fueron masacrados en la desesperación de los guardias que no querían dejar rastros ante las tropas aliadas, finalmente el Ejército de los Estados Unidos entra al campo de Türkheim el 27 de abril de 1945 y Frankl junto con los restantes reclusos experimentan, por fin, la liberación final. Poco tiempo después, caminando por Baviera, se encontró con un ex-prisionero a quien le compró una joya idéntica a la que le había regalado a Tilly para su primer cumpleaños después de su matrimonio. Estaba seguro de ser muy probablemente la misma joya, pues sólo había dos en Viena: el hombre lo había encontrado en Bad Wörishofen donde la SS habían vaciado un depósito con enormes cantidades de joyas cuyo origen no podía ser sino de Auschwitz. Ya en Viena, en agosto de ese año, se enteró de que Tilly había muerto en Bergen-Belsen recién después de la liberación por las tropas inglesas, quienes se encontraron con 17.000 cadáveres más otros 17.000 que encontraron pocas semanas después.
Asimismo se enteró que tanto su madre como su hermano habían muerto en Auschwitz. Le preguntaban si se iba a quedar en Viena, donde lo habían lastimado tanto, con la muerte de su familia y su prisión. Pero recordó que fue en Viena donde una baronesa católica había escondido a una prima suya arriesgando su propia vida, y que también en Viena un abogado socialista a quién apenas conocía le suministraba comida en los tiempos difíciles. De modo que se quedó en Viena.
Para defender un concurso de oposición, escribió y presentó una última versión de Ärtliche Seelsorge (Cura de almas médica, en castellano: Psicoanálisis y Existencialismo) que fue dictada a tres secretarias de corrido llevando a Frankl hasta el llanto al remover emociones y al ver cómo su libro estaba relacionado con su vida.
La experiencia del campo de concentración fue dictada en nueve días finalizando el año de 1945 y publicada con el título Ein Psychologe erlebt das Konzentrationslager (Un psicólogo en un campo de concentración), en castellano lo ha sido con el de El hombre en busca de sentido, quizas su libro más conocido. Además de ser autobiográfico, allí Frankl realiza un perspicaz análisis de la vida de un recluso que él ubica en tres fases: 1) El internamiento, 2) La vida en el campo y 3) Después de la liberación.
Karl Jaspers afirmó que ese libro pertenecía a los pocos grandes libros de la humanidad, y Gabriel Marcel es el autor del prólogo de la edición francesa.
En 1947 Frankl contrajo nuevas nupcias con Eleonore Schwindt (Elly) de quien tuvo una hija, Gabriele, quien ejerce la profesión de psicólogo.
En 1948 obtuvo un doctorado en Filosofía, presentando la tesis, después publicada con el título de La presencia ignorada de Dios.
En 1950 publica El hombre doliente: fundamentos antropológicos de la psicoterapia, formado por dos libros agotados: El hombre incondicionado: lecciones metaclínicas y Homo patiens: ensayo de una patodicea, junto con conferencias y artículos.
En 1966 publica La voluntad de sentido como fruto de una serie de conferencias.
La vida de Viktor Frankl fue desde entonces sumamente intensa. Invitado por varias universidades e instituciones de los cinco continentes, fue un  personaje muy cotizado y, según afirmó, jamás rechazó dictar una conferencia por motivos económicos. Viajero incansable, alternó con celebridades del mundo de la política, la filosofía y el campo científico así como líderes religiosos no sólo del judaísmo, sino de figuras como el papa Pablo VI, quien, al despedirse de él le dijo: "¡Por favor, rece por mí!".
En 1988 estuvo en Caracas, participando en unas jornadas de Logoterapia patrocinadas por la Fundación Provida de Venezuela.
En 1992 se fundó en Viena el Instituto Viktor Frankl por iniciativa de un grupo de amigos y académicos. Ese mismo año publicó sus memorias con el título: Lo que no está escrito en mis libros, redactado en un tono íntimo y humorístico
Frankl fue un impenitente montañista. A los 70 años se le puede ver en una foto escalando la Lutterwand.
A los 67 años tomó lecciones de vuelo y ya a los pocos meses realizó sus primeros vuelos sin ser acompañado.
Confesó en sus memorias una afición que llegaba a ser una pasión: coleccionar corbatas. Admitía que podía enamorarse incluso platónicamente de ellas.
Viktor Frankl murió en Viena el 2 de septiembre de 1997 a los 92 años. Pareciera que en su caso se hubiera cumplido en el mandamiento del pedazo de mármol:
"Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar" 

Obras de Viktor Frankl
(Cuando se conoce la edición en español, se menciona entre paréntesis)
 Psicoanálisis y Existencialismo (Fondo de Cultura Económica)
El hombre en busca de sentido (Herder)
Ante el vacío existencial (Herder)
La presencia ignorada de Dios (Herder)
La psicoterapia al alcance de todos (Herder)
La voluntad de sentido (Herder)
Logoterapia y Análisis Existencial (Herder)
Lo que no está escrito en mis libros (Noesis. San Pablo)
La psicoterapia en la práctica médica. Una introducción casuística para médicos
(Noesis. San Pablo)
La psicoterapia en la práctica médica (Noesis. San Pablo)
Sincronización en Birkenbald (Noesis. San Pablo)
Teoría y terapia de las neurosis
Psicoterapia y humanismo: ¿Tiene un sentido la vida?
La psicoterapia y la dignidad de la existencia
Hacia una humanización de la psicoterapia
La psicoterapia en la práctica
Logos y Existencia
La idea de la existencia.